MÉDICO VIROLEÑO, COMPOSITOR Y GUITARRISTA CLÁSICO

Por René Alberto Contreras.

   Su vocación era ser músico, por ello desde la infancia comenzó a tocar piano influido por su padre,sin embargo, la abuela quería que fuese médico y la complació, pero no se quedó limitado a esa profesión y dio rienda suelta a su particular interés por el arte: la música, así lo relata el Dr. Carlos Rodríguez Payés, originario de Zacatecoluca.
   Conocí a Carlos en el colegio San Agustín a comienzos de la década de los años 50. Entablamos amistad y un día me invitó a que viera el piano que su abuela Conchita Cañas de Rodríguez, un Steinway, tenía en su casa. Aprovechó para mostrarme su dotes de músico adquiridos a temprana edad.
   Su padre, Carlos Salvador Rodríguez Cañas, fue su maestro, él lo inició en esos primeros pasos para interpretar música de piano.
   Sin embargo la abuela cafetalera amaba la profesión de médico. Su esposo, Dr. Carlos Rodríguez Jiménez, ejercía esta disciplina de la salud y quería que el nieto también tomara ese camino.

Foto 1. 1954 *

     Cuatro pianos Steinway eran los que habían en esa época en Zacatecoluca, el de la familia de Carlos, el de don Eduardo López Jiménez y los de las señoras María Luisa Rivera y Pacita Domínguez de Rodríguez.
   Rodríguez Payés encontró el camino para desarrollar sus dotes musicales por medio de su tío Lolito  Rodríguez que tocaba la guitarra y frecuentemente realizaban tertulias en la casa de la abuela Conchita, en las que también participaba  Miguelito Ramírez, que tocaba el violín. Este artista fue director de la banda regimental y era dueño de un violín Stradivarius.
    Fue entonces que el futuro médico se inició en la ejecución de la guitarra con música clásica, placer que sigue disfrutando hasta el presente cuando realicé la entrevista a fines de agosto de 2012, iniciada en el Mister Donut de la plaza San Luis y continuada en el hospital de Diagnóstico, donde tiene su clínica.
   "Sentí la calidad y la belleza de la guitarra como medio para tocar la música", expresó al recodar la enseñanza que le transimitió Lolito Rodríguez. 

Carlos Rodriguez Payés

    Carlos nació en Zacatecoluca el 21 de marzo de 1944, siendo hijo de Carlos Salvador Rodríguez Cañas y Blanca Lidia Payés, originaria de Santiago Nonualco. Vivía en una casona de esquina, frente a la clínica del Dr. René Morales Cañas, en el centro de la cabecera del departamento de La Paz.
    En esa vivienda compartió la infancia con su abuela Conchita y su tía-abuela, Joaquina Cañas de Morales, madre del dentista Morales Cañas. Estudió la educación primaria en el colegio San Agustín y la secundaria,  en el Instituto Nacional José Siméon Cañas, cuando era director el profesor José Ricardo Chávez.   Refirió Carlos que su abuela era descendiente del procer Cañas, del grupo familiar que se radicó en Santiago Nonualco donde Vicente Cañas tuvo la hacienda Jalponga, éste era el tatarabuelo de Pedro Cañas, que procreó 26 hijos con seis mujeres.
   Solamente con su esposa doña Isabel Henríquez, originaria de Suchitoto, tuvieron 10 descendientes, 2 fueron militares, uno sacerdote y otro abogado y médico. Dos más eran las señoras Conchita y Joaquina.

Carlos Rodriguez Payés

    La abuela de Carlos era dueña, en el volcán Chichontepec, de la finca de café La Cruz, conocida como la Cruzona, colindante con El Llorón propiedad de la familia Rodríguez Domínguez y otra de la familia Cristiani. Ella fue la primera en poseer en Zacatecoluca una camioneta Willys, color gris, en la que se trasladaba a la finca para dirigir las labores de producción del grano.
   A la abuela se le cumplió su deseo, el nieto obtuvo el bachillerato y se trasladó a la capital para seguir los estudios de medicina en la Universidad de El Salvador (UES) . Pero, también fue la oportunidad para el joven de entrar en contacto con otros amantes de la música clásica que lo llevarían a convertirse en compositor y uno de los principales promotores a nivel mundial del paraguayo Agustín Barrios (Magoré).
   Se graduó de médico general en 1970, posteriormente se trasladó a España para obtener la especialidad en psiquiatría en el Instituto Peña Retama.

Foto 2*

   Al hablar de los años cuando vivió en su ciudad natal, Rodríguez Payés  recordó que "Zacatecoluca era muy agradable, tenía un clima maravilloso, sus calles empedradas, el agua abundaba de día y de noche proveniente del pozo artesiano, era un pueblo lindo, había cordialidad entre sus habitantes. Los viejos ricos eran campechanos".
   "Yo nací para ser músico, pero la vida me llevó a la medicina", afirmó Carlos Rodríguez Payés.

(*FOTOS : 1. Doña Joaquina Cañas de Morales con sobrinos y nietos. A la derecha de ella Carlos Rodríguez Payés y a su izquierda, camisa con figuritas, Carlos Eduardo Morales López.
2. Payés con excompañeros del Instituto. De pié de izquierda a derecha: Adrián Barahona, Reynaldo Guadrón, profesor José Ricardo Chávez (exdirector del Instituto), Pompilio Martínez, Luis Navarro, Carlos Salomón y German Cortez. Sentados, izquierda a derecha Mauricio Martínez, Carlos Rodríguez Payés y Evenor Alonzo).

   El Br. Carlos Rodríguez Payés dejó Zacatecoluca para cursar sus estudios de médico en la Universidad de El Salvador complaciendo los deseos de su abuela, sin embargo, llegar a la capital también le sirvió para conocer a los alumnos del artista paraguayo Agustín Barrios (Mangoré), incursionar en la música clásica y componer obras que grabaron guitarristas de fama mundial.
   Iniciado en la guitarra por su tío Lolo Rodríguez, al radicarse en San Salvador, Carlos comenzó a visitar a la señora Carmen Vilá, que vivía en las inmediaciones de La Praviana y vendía partituras. Llegó buscando la música del español Francisco Tárrega (1852-1909) y conoció al profesor Cándido Morales quién le prometió presentarlo con los "mangoreanos".
   Los "mangoreanos" fueron alumnos directos del músico paraguayo Agustín Barrios (Mangoré) que llegó a El Salvador en 1939 por invitación del entonces Presidente general Maximiliano Hernández Martínez. Se radicó en el país junto con su esposa brasileña Gloria Silva  y desarrolló una obra prolífica. Se le conoció en el mundo como "El Paganini de la guitarra de las selvas del Paraguay". Él adoptó el nombre de Nitsuga Mangoré.

Tomoso Hayakawa, ejecutivo de Hitachi, en tumba de Mangoré.

   Rodríguez Payés se convirtió en uno de los máximos promotores de su música y en el presente, septiembre de 2012, es el presidente de la Asociación Mangoré, responsabilidad que lo llevó a librar grandes batallas para evitar que un grupo de funcionarios y diputados paraguayos repatriaran restos del artista que descansan en una tumba en el cementerio de Los Ilustres, de San Salvador.
   Al hablar del tema el médico y músico viroleño se apasiona y dice: "que era un grupo de diputados arribistas que ocuparon sus influencias para intentar repatriarlo".
   Mangoré nació en San Juan Bautista Misiones en 1885 y falleció en San Salvador en 1944. Su deseo fue que sus restos quedaran en El Salvador, así lo confirmó su esposa.
   Carlos tenía en su poder un decreto que la Asambea Legislativa emitió en acto solemne en 1994 declarando la tumba de Mangoré, Monumento Nacional y su obra, patrimonio Cultural de El Salvador.
   Los diputados y funcionarios paraguayos que vinieron a El Salvador el 23 de agosto del 2010 retornaron derrotados por la lucha que les dió Rodríguez Payes, con el apoyo que legalmente le brindaron las autoridades salvadoreñas y la presión que realizon del caso los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales.

Payés con compañeros de estudios musicales en España. !969

   En párrafos anteriores, expuse su cita: "Yo nací para ser músico pero la vida me llevó a la medicina". Tal frase se confirma en su temprana juventud ampliando su capacidad de intérprete con la de compositor creando 30 obras tanto de corte clásico como folklórico-popular.
   La canadiense Liona Boyd, conocida como "La primera dama de la guitarra", grabó para la compañía CBS, un disco long play en 1978 en el que incluyó las obras de Rodríguez Payés denominadas Lejanía y Cabellos de Oro, poniéndolo junto a la música de Debussy, Tárrega, Barrios y varios famosos.
   En otro Long play que la compañía disquera tituló "Liona Boyd Virtuosa" la artista incorporó la composición Brisas del Lempa, de Rodríguez Payes.
    Otros famosos guitarristas que incorporaron música del artista salvadoreño fueron el británico David Russell en el disco "Aire Latino", que ganó un Grammy, grabado en el 2004 en el que incluyó Lejanía. La misma obra también la grabó el brasileño Carlos Barbosa Lima.

Liona Boyd y Carlos Rodriguez Payés. 1978

    "The Music of Carlos Payés" se titula un disco, de dos que ha grabado Rodríguez Payés, con el pianista Mario Morales en el que se encuentran: Estudio de concierto, Flor de un día, Galopa, Lejanía, Tocata Criolla, El adios, Canción salvadoreña 1 y 2, Nocturno, Variaciones sobre un tema de Mozart y otras. El segundo disco lo titularon "Mangoré en piano".
    En 1996 el especialista Maurice J. Summerfield lo incluyó en la lista de guitarristas famosos que cada año publica en su revista "The Classical Guitar Magazine".
   La abuela Conchita Cañas no solamente logró un médico psiquiatra, como ella lo soñaba, también consiguió un músico clásico que rompió los cercos limitantes de una ciudad, un país y una región para incursionar en el mundo con sus composiciones. Además de esas disciplinas incorporó como una diversión la de ser un fiel seguidor de la arqueología.

Isla Teopán, Coatepeque. 1995

    En la foto están los miembros de la Fundación Nacional de Arqueología en la isla Teopán, lago de Coatepeque, de izquierda a derecha, parados:  Paul Amaroli, Mirna Ávila, Carlos Rodriguez Payés, José Panades, Julia Barillas, Antonio Cabrales y Señora.  Sentados:  Rodrigo Brito e Irma Fuentes.

    El médico y músico es padre de la ingeniera civil Elizabeth Rodríguez de Escoville, radicada en Los Angeles, Estados Unidos.
    Carlos Rodríguez Payés con su éxito corona la difícil tarea emprendida en Zacatecoluca por quienes le antecedieron en el arte musical como Nicolás de la Luz Roldán, Miguelito Ramírez, Lolo Rodríguez, Daniel Minero, profesores como Beto Pérez,  Benjamín Miguel y otros.