MIGUEL ANGEL ORELLANA, PRESTIGIOSO PINTOR VIROLEÑO

Por René Alberto Contreras

Frank J. Roos, Jr. de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, y Roberto Cea, de la Universidad de El Salvador, fueron algunos de los autores que registraron en sus libros obras del viroleño Miguel Ángel Orellana, que en la adolescencia comenzó su vida laboral como aprendiz de carpintero en el taller de Don Ramón Somoza.
   Sin embargo, su rumbo en la vida no era quedarse en ese oficio y sus aspiraciones le llevaron a iniciar sus estudios de pintura con Marcelino Carballo, autor de obras religiosas que se encuentran en la catedral de Zacatecoluca. En 1953 se trasladó a San Salvador y fue nombrado en el Circuito de Teatros Nacionales,  jefe de pintores  de publicidad y escenografía.
   Gustaba pasar sus fines de semana en Zacatecoluca. Todos los domingos caminaba con su esposa Dora Jovel de Orellana sobre la carretera Litoral y la Avenida Juan Vicente Villacorta para asistir al Cine (Nicolás de la Luz) Roldán por su pasión que profesaba por el séptimo arte.
   Su traslado a la capital salvadoreña le permitió continuar en su ascenso en las artes plásticas y siguió estudios hasta 1959 en la academia del pintor español Valero Lecha. En ese mismo año realizó su primera exposición individual.
   Moreno, de pelo rizado, ojos negros y de regular estatura era también un apasionado de la música clásica la que buscaba que fuera compartida por su hija, la arquitecta Eunice Orellana Jovel a la que le proporcionaba cintas grabadas de Beethoven, Mozart, Listz y otros autores.
 
Miguel Angel Orellana
   En 1961 fue nombrado profesor jefe de enseñanza del Departamento de Artes Plásticas de Bellas Artes y en la Escuela Nacional de Artes Gráficas “Carlos Alberto Imery”, impartiendo la materia de dibujo y pintura. De 1967 a 1986 dio clases en el Centro Nacional de Arte (CENAR) y de 1986 a 1995 en la Universidad “José Matías Delgado”.
   En su afán de seguir aumentando sus conocimientos en 1966 cursó estudios de Historia Universal del Arte, Historia Precolombina y Dibujo, en Bellas Artes con el escultor español Benjamín Saúl y en el 2000 estudió Historia del arte con la doctora Astrid  Bahamond.
   En 1968 Miguel Ángel  Orellana Arévalo es ya en su ciudad natal, un personaje de mucho prestigio y por ello  la  asociación de Ex-alumnos del instituto Nacional de Zacatecoluca (Exinza) y la Unidad Humanista (UH-68) lo declararon, junto a Camilo Minero, “Hijo Predilecto de Zacatecoluca”.
   Sus conocimientos sobre la pintura y los pintores los compartió con los lectores de varios periódicos escribiendo artículos para La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, además de ofrecer conferencias en diversas instituciones poniendo en práctica la crítica del arte.
    El Instituto Nacional Francisco Menéndez”, de San Salvador”, lo premió por la elaboración de la escenografía de la obra de teatro, Muertos sin sepultura, del francés  Jean Paul Sartre.
   Orellana siempre estuvo dispuesto a colaborar con las exposiciones que se montaban en Zacatecoluca, prestando sus cuadros, no sin correr riesgos de extravíos como ocurrió con una obra en una muestra que montó la alcaldía municipal sin que haya podido recuperarla.
 
 
Colección Ronald Carballo (EE.UU.)
   La Asociación de Viroleños Residentes en San Salvador (Asovires) que dirigió por muchos años Doña Rubidia Rubio de Molins supo reconocer  la calidad y el prestigio de Orellana otorgándole en 1990 el Premio al mérito cultural Asovires. Dos años después el Centro Español le entregó otro estímulo similar con motivo del V Centenario del Encuentro de Dos mundos, evento que recordó la llegada en 1492 de Cristóbal Colón al continente que más adelante llamaron América.
   Miguel siempre estuvo buscando formas de desarrollar y compartir sus conocimientos, esto le llevó a inaugurar el 26 de agosto de 1974 su galería estudio Artes Visuales, que instaló en el pasaje Montalvo, de San Salvador. En 1981 al trasladarse a otro local la bautizó con el nombre de Arte Contemporáneo,  convirtiéndola en una Academia de Enseñanza Superior, donde se formaron no menos de diez pintores de prestigio, según lo relataba el artista viroleño.
   De nuevo Zacatecoluca buscó enaltecer la figura de Orellana Arévalo, la Alcaldía Municipal lo declaró Hijo Meritísimo en un acto especial realizado el 30 de marzo del 2000. Ese mismo año la Corte Suprema de Justicia le otorgó un diploma “por su valioso aporte a la cultura salvadoreña”.

Colección Ronald Carballo (EE.UU.)
   En el 2004 la Asamblea Legislativa celebró una sesión solemne en la ciudad viroleña para conmemorar un aniversario más de  ser declarada “Generosa y Leal Ciudad de Santa Lucía de Zacatecoluca” ocasión que sirvió también  para concederle a Orellana un reconocimiento como “Distinguido pintor viroleño por sus relevantes servicios prestados a la patria en el campo de las artes plásticas, beneficiando a Zacatecoluca, a los salvadoreños y a la comunidad internacional”.
   El Ateneo de El Salvador lo incorporó en el 2005 como Miembro Activo en un acto en el que ofreció la conferencia “El porqué, el cómo y para que pinto un cuadro”.
   Las exposiciones en las que el artista viroleño participó fueron innumerables al grado que le resultara difícil citarlas a todas, pero sí recordó  varias que montó en la Sala Nacional de exposiciones del parque Cuscatlán, el Centro Cultural Español, la Pinacoteca Roque Dalton, de la Universidad de El Salvador;  la Casa de la Cultura y Alcaldía de Zacatecoluca, Santa Ana y otras.
   En el extranjero participó en 1961 en la Segunda bienal de París, en 1964 en Alemania, Viena, Londres y otras capitales europeas, 1965 en la Universidad de Kansas donde montaron la muestra “Pintores Centroamericanos” que además recorrió otras ciudades estadounidenses. Sus cuadros también estuvieron en Japón, México, Honduras e  Italia.
    “No se debe pintar por pintar, ni cantar solo por cantar, sino que la pintura debe concientizar”, declaró Miguel a la periodista Alexandra Bonilla, de El Diario de Hoy, con ocasión de un muestra que montó el Centro Español.
   El pintor Isaias Mata al referirse a su fallecimiento dijo a los periodistas Carolina Amaya y Gabriel Mendoza, de El Diario de Hoy que desaparecía “un baluarte importante, referente de la plástica y un referente importante del desnudo, de la figuración. La pérdida de un maestro y sobre todo el país pierde un patrimonio”.
Miguel Ángel Orellana nació en Zacatecoluca el 29 de julio de 1929 y falleció el 3 de marzo del 2010, dejando a través de su vida todo un legado de las artes plásticas por medio de sus numerosas pinturas que están en colecciones privadas e institucionales. Sus padres fueron Juan Orellana Vásquez y Carmen Arévalo.
   Su hermano el Dr. Reyes Gilberto Arévalo, también se perfiló como artista en el ramo de las letras publicando poemarios y cuentos, además de destacarse como un excelente médico.
    (El martes 20 de enero 2015 el alcalde municipal de Zacatecoluca, Dr. Francisco Salvador Hirezi, rindió un homenaje al pintor, designando con su nombre el pasaje ubicado al costado poniente de la iglesia de Analco. Eunice Orellana, hija del artista cortó la cinta de inauguración de esa arteria).

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