EL TUCO ALFARO Y SUS PASIONES: EL FUTBOL Y LA AGRONOMÍA

 Por René Alberto Contreras.

   El fútbol es pasión y esa pasión la vive Antonio Alfaro, El Tuco, que igualmente destaca la importancia de su profesión: la ingeniería agronómica, dinámicas que en forma equilibrada ha sabido llevarlas a lo largo de los años.

   ¿Como nació ese mote de El Tuco?. Responde: "Entre los 8 y 9 años jugaba a las cartas con los niños más grandes del barrio Candelaria de Zacatecoluca y cuando notaba que me estaban haciendo trampa, les decía "no me hagan 'tuco' en vez de usar la palabra correcta, truco" y asi nació ese apodo que además se lo heredó a su hermano Mauricio.

 

Antonio "Tuco" Alfaro.

    Antonio nació el 29 de julio de 1952. Hijo de José Antonio Alfaro y María Julia Valladares. Sus hermanos son: Mauricio, Yamila Margarita, Cecilia de Mercedes, Blanca Julia y Esperanza.

   Su pasión por el fútbol nació como surge el de la mayoría de niños: jugando en las calles. En su caso lo hizo en las entonces empedradas arterias del barrio Candelaria.

   Unos cuantos pasos al sur también le quedaba cerca la cancha municipal de baloncesto donde en las tardes se daban cita con Chepe Morales, Noé Torres, Victor Gavidia y otros menores para jugar ese deporte. Ninguno de ellos imaginaban que muchos años después, en el 2019, la municipalidad construiría en ese mismo lugar un moderno complejo deportivo que llevaría el nombre de su hermano Mauricio.

   En el barrio Candelaria su tío Felipe Valladares y otros de sus amigos crearon el Club Deportivo 33. Él se presentó buscando que lo incorporaran en sus filas. Llegó descalzo por no tener zapatos adecuados de este deporte, entonces decidieron ponerlo de portero, dijo El Tuco en entrevista para Los Motetes del Tecolote hecha el jueves 20 de mayo del 2021.

   Más adelante su tío Felipe, que era zapatero, le  solucionó el problema del calzado, tomó unos zapatos viejos y con un machete le hizo los cortes necesarios para adaptárselos a sus pies y surgió el ingenio bromista de sus compañeros: dijeron que él jugaba con Jumpig Jacks, marca de calzado fino para niños que existía por esa época.

Platense. Tuco con círculo

    En el 33 militaron Mario Urquilla, Aristides Mena, Pedro Larios, Manuel Mena, William Avalos (Garrincha), Tomás Vaquerano, Alfredo Barrera, Carlos Pineda, Amilcar López, Amilcar Moreno y el Tuco, entre otros jóvenes que en su mayoría vivía en los barrios, Candelaria, San José y Los Remedios.

   En el 33 Antonio se fue desarrollando como futbolista, tomando experiencia. Por su buen desempeño Chepe Morales lo fue aconsejando para que pensara en buscar que lo probaran en Platense.

   El 33 se volvió un equipo federado y existió hasta 1980 cuando cedió la categoría B al C.D. Hospital Santa Teresa cuyo director técnico fue Antonio Alvarado. En este cuadro jugaron: el Tuco, Oscar Parras, Afrodicio Hernández, René Montano, Guillermo Rivas, Carlos Galeano, Enrique Castillo, Mauricio Hernández Bolaños, Mardonio Baires, Raúl Soto, Ismael Quiteño, Francisco Dominguez. Utilero: Victor Carranza.

   Al mismo tiempo de divertirse con el deporte, Antonio Alfaro realizó sus estudios de primaria en la Escuela Francisco Castañeda, que dirigía el profesor Daniel Doño García.

   La secundaria, hasta graduarse de bachiller en ciencias, letras y matemática, la hizo en el Instituto Nacional José Simeón Cañas, cuyo director era el profesor José Ricardo Chávez. Aqui formó parte del equipo de la institución junto con Roberto Meléndez, Victor Granadeño, Luis Reyes, Nelson Guzmán, Alberto Estupinián, Tito Ayala, Carlos Hernández y otros que por sus habilidades y capacidades pasaron a incorporarse al Platense.

I.N. Al centro prof. Antonio Ramos




    Compartió aulas en el Instituto con Joni Zepeda, Morena Peña, Galileo Chávez, Luz Villacorta y muchos más que disfrutaron de las instalaciones del Instituto que para esa época ya contaba con una cancha de fútbol.

   Un percance estuvo a punto de costarle la vida al sufrir de disentería por lo que fue internado en el Hospital Santa Teresa donde, gracias a las atenciones del Dr. Carlos Galeano, recobró la salud no sin antes haber recibido los santos oleos que le dió un sacerdote.

   Incorporado en el Platense, en la categoría B, jugando como centro delantero estuvo desde finales de 1968 hasta 1973 bajo la dirección de Victor Pereira, luego llegó Rogelio Castro, posteriormente asumió el cargo Gregorio Bundio junto con Irdulfo Aveiro Star, siguió Cayito Mejia y más adelante Jorge (Tupinambá) Do Santos brasileño que lo llevó a la categoría de ascenso y luego a la liga mayor.

Cuatro Viroleños en Dragón.

  En ese período compartieron cancha con el Choco Morán, Carlos Galeano, portero; Mauricio Segura, Jesús Villagrán, Nelson Guzmán, Conrradino Mendoza , Gallito Guerra y Israel Acevedo y otros destacados deportistas. 

   A los 21 años vino un retiro momentáneo ante la disyuntiva de solo dedicarse al fútbol o también escoger una carrera profesional. Los consejos de su novia María Magdalena Ramírez y del profesor Mauricio Moreno, que también tuvo su época en Platense, cuajaron en la conciencia del Tuco. Tenía que seguir estudiando.

   Su decisión era ingresar a la Universidad de El Salvador (UES) donde su opción fue la licenciatura en matematica, sin embargo, ya no fue posible ante la intervención militar del 19 de julio de 1972 que mantuvo cerrada al Alma Mater por todo ese año y el siguiente. Gobernaba el coronel Arturo Armando Molina.

Platense

   Entonces optó por ingresar a la Escuela Nacional de Agricultura (ENA). En ese centro educativo tuvo de compañeros a otros dos viroleños, Carlos Jovel y Amilcar López, ambos ya fallecidos. López logró una beca para estudiar en Brasil donde se graduó de Doctor en Zootecnia.

   No dejó el futbol, pues en la ENA se convirtió en el entrenador del equipo con el que participaban en los juegos estudiantiles enfrentándose a los cuadros de la Escuela Nacional de Comercio (ENCO), La Normal Superior Alberto Masferrer, la Escuela Militar y el Instituto Nacional Francisco Ménéndez. 

   Durante los 3 años que dirigió el equipo de fútbol de la escuela fueron los campeones estudiantiles.

   Una vez graduado en 1976, el 4 de julio de 1977 entró a trabajar al Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria (CENTA), gracias a la intermediación de René Toledo que le pidió que le entregara su currículo para que optara a una plaza.

    En esa institutción del Ministerio de Agriculura y Ganadería (MAG) inicialmente fue designado al área de Extensión Agropecuaria, luego pasó como técnico en algodón y finalmente en investigación. Hasta la fecha sigue laborando en el CENTA.

   En 1981 le llegó la oportunidad de contraer matrimonio con María Magdalena Ramírez, graduada de Psicología y con quién procrearon a José Antonio Alfaro Ramírez, doctor en medicina y especializado en Guatemala como médico radiólogo y Adriana Marcela, licenciada en contaduría pública con maestría en finanzas.

   María Magdalena fue hija de la señora Zoila Blanca Abarca de Ramírez y de don Manuel Adrián Ramírez, uno de los destacados orfebres que le dieron fama a Zacatecoluca por la bella filigrana que trabajaban en joyas de oro. El señor Ramírez fue alcalde de esta ciudad del 14 de junio de 1961 al 15 de mayo de 1962.

Platense
    Mientras tanto, la aspiración del Tuco por seguir superándose profesionalmente lo llevó a la Universidad Politécnica donde después de 4 años de estudio se graduó de ingeniero agrónomo en 1986.

   Esa oportunidadad que brindó este centro de estudios superiores, otorgando equivalencias en varias materias, se presentó para muchos egresados de la ENA gracias a las gestiones del ingeniero agrónomo José Napoleón Bonilla, relató Antonio Alfaro.

   A la par de toda esta dinámica de su vida, su pasión por el fútbol no había decaído ya que en 1976 estuvo jugando con el Dragón, invitado por su entrenador brasileño Jorge Tupinambá Do Santos que en esta ocasión también elevó a este equipo de la categoría de ascenso a la mayor En el cuadro migueleño estaban su hermano Mauricio, el también viroleño William Cruz Chorro y Roberto Meléndez, entre otros.   

Platense

       Dos años después volvió a Platense junto con su hermano. El equipo contaba por esa época con  directivos dinámicos como José Viscarra y el Dr. Ezequiel Antonio Chávez que venían de los años de su mejor época. Era el entrenador Jesús Landos. Jugaban Secundino Páez, Ricardo Padilla y Manuel Cañada, entre otros.

   Platense pasó a ser dirigido por Raúl Magaña acompañado de Raúl (Cayito) Mejía y decidieron llevarse el equipo a San Salvador. En 1980 el Tuco decidió retirarse.

   Siguió en su desempeño agronómico y al mismo tiempo vinculado a su otra pasión: el fútbol. Pasó a ocupar otra función: la de entrenador.  

   En 1993 con Mauricio llegaron nuevamente a dirigir al Platense  llevándolo a la categoría de ascenso. Luego se retiraron.

   En similar labor trabajó con el Vencedor, del cantón La Lucha, jurisdicción de Zacatecoluca; el Atlas, de Santiago Nonualco y con el Neopipil de San Juan Nonualco, cuando era su dirigente el señor Alvarino Solano.

   El Tuco es un viroleño que siempre vivió en la ciudad, primero en la Quinta Avenida Sur número 8, del barrio Candelaria y hoy en la Segunda Calle Poniente número 7, del barrio El Centro. Ahora  como aficionado sigue de cerca los pasos de Platense y deseándo que este 2021 vuelva a la liga mayor.


  

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