CARLOS CRUZ AVALOS: PROFESOR, ALCALDE DE ZACATECOLUCA Y MINISTRO DE EDUCACIÓN

Por René Alberto Contreras.
   Carlos Cruz Avalos, cuando promediaba los doce años de edad, tenía la aspiración de convertirse en mecánico automotriz, había terminado sus estudios de primaria. Sin embargo, su ruta de vida lo llevó a convertirse en docente, alcalde de Zacatecoluca, dirigente magisterial, Ministro de Educación y padre de trillizos de un total de 10 hijos que procreó con su esposa María Paula Villalta de Cruz.
  Carlos nació a las 4 de la mañana del 15 de septiembre de 1928, en la casa No. 23 de la Avenida José Simeón Cañas, barrio El Calvario de la ciudad viroleña. Su padre fue Salvador Cruz Martínez y su madre Tomasa Avalos de Cruz. Tuvo dos hermanas: Julia y Rosa.

Prof. Carlos Cruz Avalos con su espos y sus diez hijos.
  “Aprendí mis primeras letras en una escuela privada del señor Efraín Mendoza, de oficio sastre, que con mucha paciencia me dió la base de la lectura y escritura, después continué mi educación en la escuela José Simeón Cañas a cargo del director profesor Felipe Huezo Córdova”, rememoró el profesor Cruz Avalos cuando lo entrevisté en su casa del barrio Los Remedios en Zacatecoluca, el 7 de marzo del 2017.
   Siguió relatando que su primera profesora fue “Doña Julia Rodríguez de Oliva en el primer grado, quien me pasó al segundo al darse cuenta que ya podía leer y escribir. En este centro educativo estudié hasta el sexto grado, alcanzando buenas notas de calificación”.
  “No habiendo más estudios que alcanzar en esta localidad, busqué un oficio. Mi ideal era la mecánica automotriz, pero a falta de talleres especializados de esta materia en Zacatecoluca, mi madre me puso a recoger experiencia en un taller de mecánica industrial a cargo del señor Raúl Robles”.

Entrevista con el Prof. Carlos CruzAvalos el 7 de marzo 2017.
  En ese taller se fundía el cobre y aluminio para fabricar piezas para médicos, arneses para puñales y corvos, los emblemas de la guardia nacional, botones, hebillas y al mismo tiempo se daba baño de niquelación a revólveres y navajas automáticas, relató el profesor en un escrito biográfico que elaboró años atrás.
  Siguió relatando: “Me asignaron la responsabilidad de la fundición. Debo manifestar que ese cargo me dió problemas, porque que a esa edad de doce años era descalzo y las pringas del metal caliente me dañaban. El maestro me ofreció pagar dos colones a la semana para que comprara mis zapatos y resolver el problema...pero la ilusión de ser mecánico automotriz no se me quitaba”.
   “Cuando me enteré  que la Hemphill School, de Vancouver, ofrecía cursos por correspondencia, solicité uno que era para tres años, pero con el entusiasmo que tenía lo terminé en uno, alcanzando notas muy buenas, por lo que me enviaron un lote de materiales y herramientas para reproducir en madera de balsa, las partes más importantes de un automóvil: motor, clutch, caja de velocidades, transmisión, etc. los cuales presenté en una exposición de manualidades”, dijo el profesor.

Prof. Carlos Cruz Avalos.
  Raúl Robles falleció y sus hijos se llevaron el taller a San Salvador y aquel niño aprendiz, para seguir adquiriendo habilidades manuales, ingresó a la herrería de don Manuel Martínez Olivares y aprendió la hojalatería y la elaboración de herraduras para caballos.
  Poco tiempo después se le hizo realidad entrar a una empresa de mecánica automotriz y para ello se trasladó a San Salvador. Su primo Napoleón Cruz ayudó a convencer a su mamá ofreciéndole que viviría en su casa al mismo tiempo que gestionaría su ingreso al taller “Camilo Gironés”.
   Las circunstancias se pusieron en su contra pues a pocos días de su ingreso, otro de los aprendices murió al caerle un motor cuando el banco de soporte no resistió el peso, lo que alarmó a su madre y lo llevó de regreso para Zacatecoluca.
  La señora le contó que en la ciudad habían abierto una Sección Normal para formar maestros de la clase “B”, para designarlos a alfabetizar en la zona rural.
  “Regresé entonces a mi pueblo y cuando mi madre habló con el director profesor José Monzón Herrera, este le dijo: señora el curso ya comenzó y vamos entrando a finalizar el primer trimestre, dentro de unos días se someterán a la primera evaluación. Si él se propone a estudiar en los cuadernos de su hermana Julita, se somete al examen y lo pasa, le prometo admitirlo”, citó en su autobiografía el profesor Cruz Avalos.
 
Foto de Mariano Galán. DDH. 1969.
  Siguió mencionando que después de dos años de estudios, se graduaron y recibieron el título de maestros de la clase “B”, Cuarta Categoría.
  “Mi hermana fue enviada al cantón El Carrizal, jurisdicción de Tapalhuaca. A mi me nombraron en cantón Santa María La Sabana, de San Pedro Masahuat (ambos en el departamento de La Paz). Mi pensamiento, todavía en esa época, me llevaba a pensar en la mecánica automotriz y meditaba... con el sueldo de mis primeros meses voy a comprar herramientas para trabajar en vacaciones”, recordó el profesor.
  El día que se tenía que presentar a su trabajo lo acompañó su papá Salvador. El camino era largo y tortuoso, tenían que pasar el río Tilapa, saltando sobre piedras y cargando el equipaje.
  Al llegar al cantón unas personas los llevaron a la escuela que ocupaba una casa de adobe y teja, con piso de tierra, que no tenía bancas, ni pizarrón ni mesa. Llevaba ocho años cerrada después que durante una fiesta se cometió un asesinato.

Prof. Carlos Cruz Avalos.
  Al día siguiente realizó una sesión con padres de familia los que de inmediato se pusieron a trabajar para hacer bancas, pizarrón y todo mueble que fuera de utilidad. Los adultos le solicitaron al maestro que por las noches les enseñara a leer y escribir, compraron lámparas de carburo y la tarea alfabetizadora se puso en práctica.
  A los cuatro meses recibió un correograma donde el Ministerio de Educación le comunicaba que lo habían nombrado subdirector de la “Escuela Urbana Mixta Manuela Minero de Mejía”, en San Juan Tepezontes, siempre del departamento de La Paz.
  “La noticia no les cayó muy bien a los residentes en esa comunidad (cantón Santa María La Sabana), pero como ya había sido nombrado mi sustituto, no quedó otra alternativa, tuvieron que resignarse… me proporcionaron una bestia y me encaminaron algunos kilómetros”, dijo el profesor.
  Recordó también que una señora al decirle que lo extrañarían mucho le prometió una manada de pollos que se los llevaría a su casa una vez hubieren crecido, otro padre de familia le regaló una guitarra que con sus manos la había construido.
  Al llegar a San Juan Tepezontes le agradó la frescura del clima, vió que parte de su geografía era el río Chicomulingo y desde esas alturas se apreciaba el serpenteo del río Jiboa  y la carretera Litoral hacia el sur y al noroeste al lago de Ilopango.

 
 Carlos Cruz en su despacho como Ministro de Educación
  Le llamó la atención el sonar de tambores que de un cerro a otro se escuchaban, servían para comunicarse y ponerse de acuerdo en los ensayos de baile que hacían los historiantes, preparándose para las festividades religiosas. Muchas casas contaban con patios amplios que les servían para solear el café cultivado en los alrededores.
  Llegó a San Juan Tepezontes por la noche y tuvo que quedarse a dormir en una de las bancas de la escuela. Al día siguiente los docentes le sugirieron que asumiera la dirección ya que el profesor que tenía ese cargo sufría de alcoholismo y no se presentaba.
  Empezó el trabajo de director en funciones y al mismo tiempo de profesor del sexto grado, el alcalde Lucas Mena lo alojó en una habitación de su propiedad contiguo a la escuela, la señora Jesús Cortez le proporcionaba la alimentación y su esposo Valeriano González lo presentó con las personas destacadas de la ciudad además de llevarlo a conocer la pila de agua para el baño recogida del nacimiento del río Chicomulingo.
  Al correr de los años la hija de los esposos González, Lidia Magdalena, ex-alumna del sexto grado, se convirtió en madrina de confirmación de una de sus hijas.

Madre Teresa, Mons. Rivera y Mto. Cruz
  “Es importante mencionar que a mis veinte años conocí a la persona que me tocó el corazón con gran intensidad y que más tarde sería mi esposa. Su nombre: María Paula Villalta. Mujer humilde y elegante que iluminó el camino de mi vida. Cerca de mi casa había un taller de modas donde todos los días pasaba a desempeñar su labor de aprendizaje, me enamoré de ella profundamente y fui correspondido, eso dio inicio a un bello romance,  que tuvo el resultado de un feliz acompañamiento”, trajo a su memoria Carlos Cruz Avalos.
  De esa unión nacieron sus hijos: Morena Disnarda, Carlos Balmore, Rosa Yanira, Ana Dalila, Silvia Uri, Reynaldo Iván, Mirna Elizabeth y los trillizos Roberto William, Giovanni Alexander y José Francisco.
  El matrimonio civil vino tiempo después realizado ante el alcalde en funciones Napoleón Villalta Ramos y el religioso oficiado por el sacerdote italiano Rufino Bugitti, en la que hoy es iglesia catedral.

Boda religiosa de esposos Cruz Avalos, sus hijos y acompañantes
  Después de trabajar por casi ocho años en San Juan Tepezontes en 1958 fue trasladado al cantón San Rafael de la jurisdicción de Zacatecoluca. La escuela estaba a 3 kilómetros al norte y se trasladaba a caballo, animal que le fue proporcionado por su suegro José Guzmán. Durante dos años estuvo en ese centro educativo luego se le hizo realidad laborar en la propia cabecera departamental.
  Llegó como profesor auxiliar a la escuela José Simeón Cañas y también en 1964, cuando ya contaba con 36 años, se le presentó la oportunidad de estudiar para maestro clase “A” primera categoría en la recién creada Escuela Normal Nocturna Saúl Flores.
  Fue ascendido a Subdirector de la Escuela Urbana Mixta Francisco Castañeda, en el barrio San José, donde trabajó durante 3 años. El director de ese centro educativo era el profesor Daniel Doño García.
   En 1966 el profesor Cruz Avalos fue nombrado Director de la Escuela Urbana Mixta Felipe Huezo Córdova. Dos años después el Ministerio de educación permutó el nombre de la institución por el de Catarino de Jesús Ortiz.
  El profesor Huezo Córdova era originario de San Juan Nonualco y Ortiz de Zacatecoluca por lo que consideraron que los nombres debían corresponder a los lugares de nacimiento de los dos prestigiosos docentes.
  El edificio de la escuela Ortiz estaba en pésimas condiciones por los daños que le causó un terremoto por lo que hubo que trabajar con los docentes y padres de familia para restaurarlo.

Prof. Cruz Avalos y Presidente José Napoleón Duarte
  El profesor Miguel Ángel Ramírez Peña, jefe del departamento de Proveeduría y Alojamiento Escolar, también originario de Zacatecoluca apoyó las iniciativas del director de la escuela.
  La Sociedad de Padres de Familia le respaldó en las tareas entre ellos Miguel Tomás Osorio, Adalberto Ramos, Isabel de Chorro, Julia Bernal de Sánchez “quienes formaron la poderosa maquinaria de acción”, dijo el profesor Cruz Avalos.
  El alcalde Don Federico Alberto Hirezi le ayudó en la reconstrucción que incluyó una cancha de baloncesto que por muchos años fue, además de un lugar para el deporte, un centro para reuniones, elección de la reina de la fiestas y otros eventos de la localidad.
   “Pueden imaginarse la gran satisfacción y regocijo que sentía el observar un sueño realizado. Pero para coronar la obra la familia de Don Catarino de Jesús Ortiz donó un instrumental para la banda de paz, con sus respectivos muebles para guardarlos”, recordó el profesor. Añadió que los padres de familia regalaron una bandera nacional con su asta y su respectiva vitrina para la dirección del plantel.
  Los reconocimientos a su calidad, a su esmero por la educación y otras virtudes notorias en el profesor Cruz Avalos fueron llegando uno tras otro.
  El 22 de junio de 1965 La Federación de Padres de Familia le otorgó la Medalla Alberto Masferrer y el diploma Dignísimo Maestro en un acto que se desarrolló en la Federación Nacional de Obreros La Concordia, en San Salvador. La presea le fue impuesta por el Viceministro de Educación, profesor Ceferino Enrique Lovo.

Medallas otorgadas al profesor Carlos Cruz Avalos.
  El Consejo de Autoridades de Zacatecoluca le otorgó otra medalla en un acto celebrado en el Radioteatro de YSCG Radio La Paz. La Prensa Gráfica lo premió con una serie de libros incluyendo un diccionario Larousse en tres tomos.
  El periódico La Voz del Pueblo, que editaban los hermanos Manuel y Rafael Avendaño, destacaron en la portada un artículo en el que citaban las cualidades y dotes de maestro, acompañándolo de una fotografía del profesor viroleño.
   Otro estímulo que quedó para la posteridad fue la nominación, en 1992, del Centro Escolar de la colonia Tutunichapa I con el nombre de “Carlos Cruz Avalos”, a propuesta de muchos profesores de San Salvador.
  Al referirse a las luchas magisteriales relató que en 1956 los educadores no contaban con escalafón, no tenían ninguna prestación social, los salarios eran bajos, su sueldo apenas llegaba a ochenta colones mensuales ($32 dólares al cambio oficial de esos años), no habían programas de estudio, se carecía de material didáctico, entre otras deficiencias.
  “Fue así como los maestros trataron de buscarle una solución generalizada y comenzaron a organizarse en directivas magisteriales que en cadena se fueron consolidando en todos los departamentos con el nombre de “Directiva pro derechos del maestro”.
  En La Paz fue a él que lo eligieron secretario general de la directiva y el primer acuerdo fue visitar a sus colegas de todos los municipios del departamento para organizarlos.

Profesor Carlos Cruz Avalos a sus 89 años
  Dijo, “Recuerdo que entre los maestros que me acompañaban en las giras que hacíamos de 4 a 6 de la tarde estaban: Reinaldo Avalos Córdova, José Leonel Alonzo, Rafael Abarca, Daniel Rodríguez, Alicia de Palacios, Soledad Sosa Molina, Adolfo Chorro Ramírez, David Enrique Villacorta, con ellos nos turnabamos y ocupabamos el carrito Volkswagen de Reinaldo Avalos, que nos decía ‘Yo pongo el carro, pero uds ponen el combustible’ y pasaba la mano diciendo: ‘vayan cayendo, zacatillo quiere el conejo”.
  Esa delegación encontró “a un magisterio deseando organizarse y solidarizarse con el movimiento para lograr las prestaciones sociales que tanto se necesitaban, fue así como surgió, en 1968, la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños, Andes 21 de Junio”.
  Explicó que su centro de organización estaba en San Salvador, donde posteriormente se instaló la Casa del Maestro, siendo su secretario general el profesor Mario López y le acompañaba la doctora Mélida Anaya Montes. Posteriormente, Cruz Avalos llegó al cargo de secretario adjunto de organización en la directiva nacional.
  “Las manifestaciones o demostraciones que se organizaron pedían la atención de los derechos de los maestros y fueron tan numerosas que el gobierno nos tildó como comunistas y comenzó a presionar organizando grupos de civiles represivos que vigilaban y señalaban a los dirigentes en todo el país”, dijo el dirigente viroleño.

Recibiendo la medalla Alberto Masferrer
  Aseguró que el gobierno formó unos grupos llamados “Orden” (Organización Democrática Nacionalista) que se encargaba de cerrar con candado las escuelas en donde se reunían los maestros. Eso les sucedió a ellos y tuvieron que trasladarse a la cancha del Colegio San Agustín, cuya directora era la profesora Ninfa Margarita Iraheta.
  Otra acción represiva que recordó Cruz Avalos es la noche en que la guardia y la policía nacional dispersó una concentración de maestros que se habían ubicado en las calles aledañas al Palacio Nacional, donde estaba el Salón Azul, de la Asamblea Legislativa, esperando que una delegación de profesores fuera recibida por los diputados.
  La presión de los profesores fue creciendo de tal forma que la Asamblea Legislativa le tuvo que dar aprobación al Instituto Magisterial de Prestaciones Sociales (Impres), se obtuvo el escalafón y la Caja Mutual.
  El costo de haberse convertido en dirigente del magisterio fue, para Cruz Avalos, que le quitaran la dirección de la Catarino de Jesús Ortiz y lo enviaran con el mismo cargo a la escuela del cantón San José de la Montaña.
  “Pero ese reto me dio más valor para demostrar que en esas zonas es donde más se necesita de un maestro, por la humildad de la gente y por la necesidad de mejorar las condiciones educativas. Estaba feliz porque nuestros propósitos se lograron y también porque estaría cerca de mis suegros que vivían a 6 kilómetros antes de llegar a la escuela, en el cantón Azacualpa en el caserío Hacienda Vieja”, describió el profesor.

Esposos Cruz Avalos.
  En 1967 en Zacatecoluca tomaba fuerza el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y en el departamento de La Paz era su secretario general don Antonio Zaldívar, quien al observar las cualidades de dirigente de Cruz Avalos lo invitó a conversar y le propuso que se inscribiera y fuera el próximo candidato a Alcalde.
  “Después de reflexionar pensé, si gano la elección puedo ayudar a reconstruir la escuela humilde en que estoy trabajando… asi fue como al siguiente día acepté… el señor Juan Castillo se acercó para decirme don Carlos estoy para servirle, puede disponer de mi vehículo para su movilización”.
  Su ex-alumno José Robin Quintanilla se ofreció para manejar el vehículo y lo bautizó con el nombre del “Avispón verde”. Como oradores se incorporaron René Córdova, ya fallecido, y Mauricio Rodríguez, ahora abogado trabajando en la Corte Suprema de Justicia.
  “En mi casa se hacían las reuniones y mi esposa atendía todas las necesidades de cada evento. Cuando el Ing. Napoleón Duarte llegaba se realizaban grandes concentraciones y sentíamos que estabamos haciendo bien las cosas. Teníamos que enfrentarnos al partido de gobierno PCN (Partido de Conciliación Nacional) que de remotos tiempos venía gobernando con varios nombres, primero se llamó ProPatria, después Partido Revolucionario de Unificación Nacional (Prud) y después PCN”, mencionó el ya, entonces, dirigente político partidario.

Rótulo del Centro Escolar Profesor Carlos Cruz Avalos
  Llegó el día de las elecciones y el docente ganó para convertirse en alcalde de Zacatecoluca (1968-1970), le sorprendió que por toda la ciudad se escucharon cohetes y bombas, un grupo de simpatizantes lo cargaron en hombros alrededor del parque Peña, ahora le quedaba cumplir con las promesas de campaña.
  Sin embargo, el dirigente notó que la represión se agudizaba y se acusaba de comunista a todo el que no seguía las líneas del PCN. A la casa de su mamá fueron a colocar una bomba que, por casualidad la señora no se encontraba en ella.
  Su esposa se fue para Estados Unidos, fue electo diputado suplente y siguió los pasos de su señora mientras sus hijos quedaban al cuidado de sus suegros. Cuatro años después regresó.
  Estando de Ministro de Educación el Dr. Carlos Herrera Rebollo lo nombraron subdirector de la escuela urbana mixta de San Luis La Herradura, asignándole el tercer grado. En ese centro los padres de familia le dieron su nombre a la biblioteca.
  En 1980 regresaba al país el Ing José Napoleón Duarte, después de un exilio en Venezuela donde se refugió por muchos años. Se sumó a formar parte de la Junta Revolucionaria de Gobierno.

Profesor Carlos Cruz Avalos.
  Estando en ese cargo lo llamó para ser nombrado alcalde municipal de Zacatecoluca, era su segunda ocasión de asumir ese puesto esta vez de 1980 a 1982.
   En la entrevista don Carlos me dijo que en el patio de su casa hay una roca donde a Duarte le gustaba sentarse a platicar con él sobre la situación política y hacía análisis del panorma económico y social, además del conflicto armado.
  En ese período la ciudad fue escenario de fuertes combates entre la guerrilla y el ejército. El alcalde en varias ocasiones fue testigo de esa violencia como la tarde en que estaba reunido con los vecinos de la 5a. avenida norte y 12a. calle oriente y los insurgentes entraron provenientes de la cuesta Quita Pereza. 
   Los enfrentamientos duraron toda la noche, inicialmente se refugió en la casa de Alberto Rivera y con mucho esfuerzo logró llegar a su casa. Al día siguiente se contaron 70 muertos que fueron reconocidos por el forense Dr. Holtenio Díaz.
  Aseguró que Duarte intentó desarrollar un proceso de pacificación por lo que le acompañaron en varias ocasiones para conversar con los dirigentes guerrilleros como ocurrió en La Palma, el 15 de octubre de 1984. En Sesori se quedaron esperando, pero los combatientes no asistieron.
  En ese lapso de gobierno de la Junta ocupó el cargo de subdirector de la escuela Metropolitana “Saúl Flores”. El director era Daniel Doño García, luego asumió la dirección de Educación Media y Superior, posteriormente lo nombraron Director del Centro de Capacitación Agropecuaria (Cencap).
  Después que Duarte ganó las elecciones presidenciales lo llamó para que ocupara el cargo de Comisionado Presidencial en lo Humanístico, luego lo nombró Ministro de Educación hasta que terminó su gestión y asumió  la presidencia el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) con el ingeniero Alfredo Cristiani.
  El profesor Carlos Cruz siguió seis meses más laborando en el Departamento de Educación de Adultos y se retiró en 1992 para dedicarse a recuperar todo lo destruido en los terrenos de sus suegros durante el conflicto bélico ya que se perdieron cosechas, animales y alambrados.

Gabinete de gobierno del Presidente José Napoleón Duarte.
  “Me hice aprendiz de agricultor”, aseguró el antes dirigente magisterial y funcionario de gobierno. Producían granos básicos y frutas. “Mi hiija Yanira cuando  vino de Estados Unidos, llegó con todos sus hermanos a conocerla y le puso el nombre de La Ponderosa. Ahora en los días festivos se reúnen para pasar momentos agradables”.
  Los vecinos del cantón Azacualpa, del caserío Hacienda Vieja, lo llamaron para hacerlo presidente de la Asociación de Desarrollo Comunal (Adescohavi). Lograron mejoramiento de la calle, proyectos de fincas, criadero de gallinas, letrinas aboneras, mejoramiento de la iglesia, marcos en la cancha de futbol, botiquín comunitario y sigueron con las gestiones de alumbrado eléctrico y suministro de agua potable.
  El día que le hice la entrevista don Carlos Cruz, como los niños del vecindario del barrio Los Remedios lo conocíamos, manifestó su alegría y satisfacción de hablar de su vida. Me mostró las decenas de diplomas que recibió de varias instituciones, los recortes de periódico que los empleados del Ministerio de Educación le entregaron el día que terminó sus funciones.
  A sus 89 años dedica su tiempo a cuidar de su esposa Paulita, vender los productos de su tienda, ver las fotografías de sus hijos y nietos, unos en El Salvador y otros en Estados Unidos.
  El niño aspirante a convertirse en mecánico automotriz a sus 12 años, en aquella época estaba lejos de imaginarse el recorrido que le deparaban los siguientes 77 años de su vida: profesor, dirigente magisterial, alcalde de Zacatecoluca, diputado suplente, Ministro de Educación, político, padre de 10 hijos y agricultor.
   El profesor Carlos Cruz Avalos falleció el 16 de mayo del 2021.
 

Comentarios

  1. Puedo decir con mucho orgullo que don Carlos Cruz avalos, fue quien me enseñó a leer el la humilde escuela del Cantón San José de La Montaña jurisdicción de Zacatecoluca del Departamento de la Paz.

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  2. Lamento el fallecimiento de Don Carlos Cruz Avalos.
    Un gran ejemplo de superación, para muchas generaciones.
    Fue parte del desarrollo de Zacatecoluca durante sus cargos públicos.
    Si ustedes han visitado la tumba de Nicolás de La Luz Roldan, en una entrevista (2013) el Sr. Cruz Avalos me comento que en su periodo de Alcalde él la restauro con el diseño actual, porque estaba en pésimas condiciones.

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  3. Muchas gracias por esta biografía. Hace unos 9 años que ya no vivo en El Salvador, pero recuerdo que de niña, una vez visitamos con mi madre al Tío Carlos, quien era primo de mi abuelita, en su despacho de Ministro, justo como en la foto del reportaje. Que hermosa vida, y familia. No sabia lo de su muerte. lo siento mucho.

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