DR. RAMÓN LÓPEZ JIMÉNEZ EMINENTE JURISTA, DIPLOMÁTICO E HISTORIADOR VIROLEÑO

Por René Alberto Contreras

   El Dr. Ramón López Jiménez fue un eminente abogado, internacionalista y escritor que dejó abundantes aportes por medio de ensayos, libros y artículos periodísticos en los que abordó temas que enriquecieron la teoría de la jurisprudencia y de las relaciones internacionales.
   Nació en Zacatecoluca en 1898, hijo del abogado Dr. Ramón López y de la ciudadana vicentina Carlota Jiménez. Sus estudios de secundaria los realizó en San Salvador en el Liceo Salvadoreño según el mismo profesional lo escribió en el artículo periodístico "Como murió el general Tomás Regalado".

Dr Ramón López p.
    En ese momento dirigía el Liceo Salvadoreño el "cura Belloso" como lo conocían los alumnos y padres de familia, quien después llegó a ser monseñor  José Alfonso Belloso y Sánchez, segundo Arzobispo de San Salvador.
   La formación superior, López Jiménez la hizo en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de El Salvador (UES). En ese período fue uno de los redactores de Opinión Estudiantil, según lo cita Italo López Vallecillos en el libro El Periodismo en El Salvador. Obtuvo un postgrado en derecho internacional en la Universidad de la Sorbona, en París, Francia.
   La revista cultura No. 32, del Ministerio de Educación (abril, mayo y junio de 1964) destacó que el profesional fue catedrático de Derecho Internacional en la UES, recibió el doctorado Honoris Causa de la Universidad Santiago de Abad, del Cuzco, Perú; miembro de honor de la Academia Brasileña de Derecho Internacional y miembro adherente de la Academia Diplomática Internacional de París, Francia.

Dr. Ramón López p.
   Dentro de las obras que escribió, la revista cita: Porqué reconoció El Salvador al Estado de Manchoukuo (traducido al japonés); Belice tierra irredenta, El principio de no intervención en América, José Matías Delgado y de León (Su personalidad, su obra  y su destino) y Mitras salvadoreñas.
   También mencionó los siguientes folletos: Esbozo biográfico del procer don Juan Vicente Villacorta, La Leyenda de Sor Margarita, Esbozo biográfico de José María Cáceres, el mayor educacionalista de América Central: José Gustavo Guerrero, expresidente de la Corte Internacional de Justicia de La Haya: La doctrina de Monroe y la consolidación de la paz. 

Familia López Jiménez
   En la foto anterior está el Dr. Ramón López p. con su esposa Carlota, que se encontraba embarazada del que sería su hijo Julio,  quien nació prematuramente. En esa época no existían las incubadoras y le colocaron botellas de agua caliente en su cuna, según me relató el Dr. Carlos Eduardo Morales López, en mensaje enviado de Estados Unidos.
   El Dr. López no conoció a su hijo Julio pues murió unos meses después que hubiese sido tomada la fotografía, en la que tambien se encuentra en brazos de su madre, Antonio, a la izquierda Luis, sigue con chaqueta negra Ramón, el mayor de todos, a su lado Eduardo y Blanca, quien murió después de su segundo embarazo, adelante se encuentra Carlota. 
   El Dr. Morales López era nieto de don Eduardo, granjero y dueño de un montepío que aún funciona en el barrio El Calvario de la cabecera departamental de La Paz.

Hermanos López Jiménez
  Con respecto a su abuelo Carlos Eduardo refiere que en un viaje familiar a Colombia "no había donde ubicarlo. En el hotel la abuela Angela (Rivera) estaba histérica, pensando que había sido secuestrado, lo encontramos haciendo una línea de conga en un bar con un grupo de mujeres guapas".
   Don Eduardo tuvo tres hijos con su esposa Angela, ellos fueron Eduardo, Ramón y Blanquita, madre de Carlos Eduardo Morales.

  Volviendo al intelectual, el historiador Carlos Cañas Dinarte destacó en el Diccionario de Autoras y Autores de El Salvador, que López Jiménez fue jurista, diplomático e historiador e integró la legación salvadoreña en Francia de 1928 a 1929, subsecretario y ministro de Relaciones Exteriores en 1931, subsecretario de gobernación en 1944.

   Fue ministro plenipotenciario y enviado extraordinario en Panamá y Costa Rica en 1945, en Perú de 1946 a 1950, en Brasil de 1951 al 58 y finalmente jefe de la sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia.
   Integró la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas y la Sociedad Hondureña de Geografía e Historia, señaló Cañas Dinarte en la publicación de la Secretaría de Cultura, del gobierno salvadoreño.
   Por otro  lado, en una parte del prólogo de Mitras salvadoreñas, López Jiménez abordó el tema de "La intolerancia religiosa que embargaba a Centro América". Consideró que ésta "fue herida por la Constitución Federal de 1824, que adoptó la tolerancia de cultos restringida, a partir de su promulgación el centroamericano no católico pudo adorar a Dios en el asilo sagrado de su conciencia, aunque le estuvo vedado el ejercicio público de su religión".

   "Con la llegada de los liberales al poder supremo de la República, bajo la égida del ínclito general Francisco Morazán y gracias a los debates parlamentarios de José Francisco Barrundia y otros próceres inmortales se logró que el Congreso Federal decretara el 2 de mayo de 1832 la libertad de cultos.

Familia López Jiménez (abuelos, padres y nietos)
 Así Centro América fue el primer país de América Latina y el segundo del continente (después de Estados Unidos) que incorporó esta hermosa conquista del género humano como precepto constitucional", refirió el abogado viroleño.
   En la Constitución salvadoreña vigente, de 1983, esta garantía se encuentra establecida en el artículo 25.
   En 1967 López Jiménez obtuvo el segundo premio del Certamen Nacional de Cultura promovido por el Ministerio de Educación con el libro "José Simeón Cañas, su obra, su verdadera personalidad y su destino".

   El jurado calificador, que declaró desierto el primer premio, lo integraron Carlos Samayoa Chinchilla, Italo López Vallecillos y Carlos Meléndez Chaverri.

Ensayo escrito por el Dr. López Jiménez
    En el pródromo del ensayo dice López Jiménez que "Para nosotros, el verdadero José Simeón Cañas, ha sido, hasta ahora, menos que desconocido en su aspecto pluripersonal. Al estar haciendo -poco a poco- el estudio psicoanalítico de nuestro biografiado, hemos tenido muchas veces, la rara sensación de que a Cañas se le ha considerado, unicamente, como pieza de museo, como un arcón o como la momia de Paracas, expuesta a la curiosidad de las cosas que yacen inertes".
   "Pero al revisar los documentos del Archivo Nacional de Guatemala, las hemerotecas con antiguos atestados, las opiniones de sus contemporáneos, las polémicas acerca de la esclavitud humana, sus reformas universitarias, su conversión espiritual de teólogo aristotélico a filósofo positivista y social, Cañas cobra VIDA, abandona el museo para presentársenos como un ser humano extraordinario, pleno de virtudes, con sus multilaterales facetas", escribió el intelectual viroleño.

Dr. Ramón López Jiménez.
   Varias de sus obras recibieron los elogios en comentarios periodísticos de parte de Vicente Rosales y Rosales, Ricardo Dueñas Van Severen e Italo López Vallecillos. Rosales y Rosales lo mencionó así en un artículo que le publicó El Diario de Hoy el domingo 5 de agosto de 1962.
   En una edición del Ministerio de Educación de 1969 sobre Tratado de Derecho Internacional Público destacaron que "el internacionalista Ramón López Jiménez emite su opinión sobre el secretario de Relaciones Exteriores".
   El abogado citó las cualidades que debe tener el canciller de un país, afirmó que "la persona encargada de misión tan trascendental deberá tener experiencia, conocimiento de los asuntos internacionales, sentido de la negociación, las mejores cualidades de inteligencia y cultura y un alto concepto de la dignidad nacional. Desafortunadamente, en algunos países latinoamericanos se omite esta última cualidad".
   El Dr. Ramón López Jiménez es el único viroleño que ha ocupado altos cargos en la diplomacia internacional, además de escribir diversas obras tanto de esa temática como históricos y políticos que vinieron a enriquecer la bibliografía salvadoreña.
   Comenzando el año 1973, Rodolfo Vásquez  (el Indio) entonces jefe de redacción de Diario El Mundo, me envió a entrevistarlo a su bufete ubicado al costado sur frente a la Alcaldía de San Salvador, tuve la oportunidad de conocerlo y de comprobar la calidad humana y sus grandes conocimientos en materia de política internacional.
   Cuando enfermó, días antes de morir,  y fue hospitalizado Carlos Eduardo, su sobrino-nieto, fue a visitarlo y relató que le dijo "con voz débil, 'ven'. Me acerqué esperando una enseñanza de vida, profunda, y susurró: 'creo que le gusto a la enfermera, (porque) tardó más de lo usual en insertar mi catéter foley', ambos nos reimos".  
   El Dr. López Jiménez falleció el 8 de diciembre de 1973, se encuentra sepultado en el cementerio de Zacatecoluca.
   
   
  
  

   
   
  

Comentarios

Entradas populares