ROBERTO MONTERROSA: 30 AÑOS IMPULSANDO CULTURA EN ZACATECOLUCA

Por René Alberto Contreras
  Poesía, cuento, danza, música, artesanías, pintura y otras disciplinas del arte formaron parte del ambiente cultural de Zacatecoluca a lo largo de los 30 años en los cuales el profesor y bachiller José Roberto Monterrosa Miranda fue el promotor de estos eventos cuando se desempeñó como director de la Casa de la Cultura, de 1975 hasta el 2005.
  Decenas de reconocimientos y homenajes le han brindado instituciones de la ciudad y de otros lugares al incansable profesor que durante ese tiempo iba de un lugar a otro, haciendo gestiones para imprimir folletos, revistas, montar recitales, exposiciones de pintura, clases de diversas disciplinas.
  El último de estos homenajes se lo brindaron el domingo 14 de febrero del 2016 en el parque José Simeón Cañas, en un acto que fue organizado por la Asociación de Trabajadores del Arte y la Cultura Popular (Atacup), los Escritores de La Paz y la Alcaldía Municipal. 

Cipitío, Jiuver Mejía, Roberto Cea, R. Monterrosa, Sofía Mendoza y Wilfredo Marmol (F. Toño Díaz. 2016)
  Ese día celebraron el Primer encuentro Poético-Literario-Musical, denominado “José Roberto Monterrosa”.
  Es importante señalar que la inquietud por contar con una Casa de la Cultura era una vieja aspiración de los viroleños, como se comprueba al leer la carta que el Diario de Hoy publicó el miércoles 20 de octubre de 1965 firmada por el profesor de música Alberto Pérez.
  Decía el profesor: “En Zacatecoluca hace falta la Casa de la Cultura como rectora intelectual de las aspiraciones de superación y los movimientos generosos por la instrucción cívica, moral, artística y científica del conglomerado”.
  “En toda una ciudad Prócer… es raro un ciclo de conferencias, un concierto sinfónico o de cámara, un recital poético, una exposición de pintura o escultura, un homenaje a nuestros altos valores, una olimpíada cultural, etc”, mencionó el peticionario.
   En esa misiva Pérez dió un mensaje directo al Presidente Julio Adalberto Rivera, expresando: “sus paisanos viroleños que como él soñamos en la grandeza material y espiritual de Zacatecoluca, constituidos en Comité Pro Cultura Viroleña, le pedimos ayudarnos particular y oficialmente a la fundación de la Casa de la Cultura”.
  Aquella carta no tuvo respuesta, sin embargo la idea quedó rondando en la mente de muchos viroleños. También llama la atención como 10 años antes Beto Pérez ya llamaba a ese centro “Casa de la Cultura”.
   Continuando con Roberto, en una entrevista que le hice el viernes 26 de febrero del 2016, relató que nació en San Vicente el 5 de junio de 1945, hijo de José Roberto Monterrosa Urías e Irma Coralia Miranda. Sus estudios de primaria los realizó en la Escuela Dr. Darío González y los de secundaria en el Instituto Sarbelio Navarrete, donde se graduó de bachiller, continuó en la Escuela Normal Marcelino García Flamenco, para obtener el título de profesor.

De izq. a derecha: Eduardo Sancho, Roberto Monterrosa, Carlos Eduardo Rico, Rigoberto Góngora, Manuel Sorto y Luis Felipe Minhero (faltan Alfonso Hernández y Salvador Silis). Foto tomada por: Roberto Salomón. 1970.
  Desde muy joven sintió los deseos de escribir entusiasmo que le llevó a convertirse en corresponsal de La Prensa Gráfica y Diario El Mundo en el período de 1969 al 70. Poco después decidió trasladarse a San Salvador donde comenzó a vincularse con intelectuales como el poeta Roberto Cea, quien lo llevó como corrector de pruebas de la editorial de la Universidad de El Salvador (UES), donde el poeta era el director.
  Fue entrando en el ambiente de escritores, desarrollando amistad con poetas como José María Cuéllar, Alfonso Quijada Urías, Mauricio Marquina, en su ciudad natal también había comenzado esa dinámica con Eduardo Sancho, Alfonso Hernández y Emiliano Androski Flamenco. Entre otras tareas, Cea lo encargó de hacer la diagramación del periódico literario La Pájara Pinta.
  Posteriormente le brindaron la oportunidad de trabajar en la Dirección de Extensión Cultural, del Ministerio de Educación donde asumió la responsabilidad del montaje y edición de la Revista Cultura, trabajando de cerca con escritores como Rafael Mendoza, David Escobar Galindo y Roberto Armijo.
  Año y medio después su jefa Magda Aguilar, directora de Extensión Cultural, le comunicó que el ministro, Walter Béneke, quería hablar con él. El titular de la secretaría le propuso que asumiera la jefatura de la Dirección de Publicaciones, donde Claudia Lars era la directora del Departamento de Letras. Aceptó el cargo.
  Después que viajó a México para participar en una reunión de escritores latinoamericanos que se desarrolló en la Universidad Autónoma de México (UNAM), al regresar, el director de Promoción Cultural, Edgar Alfonso Montoya,  le comunicó que estaba en desarrollo un proyecto de crear Casas de la Cultura en todo el país.

Dibujo hecho por Toño Díaz
  El plan lo venía impulsando la Dirección de Cultura que estaba a cargo de Carlos De Sola y comprendía un período de capacitación en el que los mejores serían escogidos para asumir la dirección de esas casas o bien de bibliotecario. Después de las evaluaciones correspondientes quedaron 20, entre estos Monterrosa.
  En 1974 se abrieron las primeras 10 Casas de la Cultura. La de Zacatecoluca estuvo en el segundo grupo, en 1975. Fue la oportunidad de Monterrosa que pidió ir a su tierra natal como bibliotecario. Montoya le explicó que la planificación incluía la regla de no mandar a los encargados a sus lugares de origen y le ofreció la oportunidad de escoger entre Ilobasco y Zacatecoluca, pero no como bibliotecario, sino como director. Se decidió por virola.
  Antes de su arribo ya se había constituido un comité impulsor del proyecto cuya primera directiva la integraron Lucía Montoya de Serrano Piche, coronel Roberto Echegoyén, Dr.Oscar Artemio Minero, Br. Carlos Salgado, Br. Jesús Alberto Villacorta, profesor José Ricardo Chávez, profesor Alfredo Argueta, Lucía de Castro y coronel Otto René Varela, según documentó en Crónica Viroleña la profesora y poeta Marta Sosa Molina.
  Roberto llegó a la ciudad junto con la bibliotecaria Delmira Hernández Serrano a fines de 1974 y comenzaron a trabajar con el comité para encontrar un local y realizar las primeras tareas.
  Uno de sus primeros contactos en la comunidad lo estableció con Salvador Molina Cerritos, su paisano, quien ya tenía varios años de trabajar con la Unidad de Salud y era muy dedicado a la literatura, además de conocer a personas interesadas en actividades culturales.
  El Comité ayudó a buscar un local para que comenzara a funcionar la Casa y lograron el que había ocupado el colegio San Agustín, de Ninfa Iraheta y Esperanza Iraheta de Villacorta y en el que también estuvo el John Fitzgerald Kennedy. El pago por el alquiler fue de 300 colones ($120 dólares al cambio de $2.50 de aquella época).
  Al llegar a virola Roberto ya estaba casado con Zoila Santos de Monterrosa con quien procrearon 3 hijos: César Ernesto, Zoraida Beatriz y Roberto Antonio. La familia vivió en la colonia 27 de Septiembre.
  Durante 2 años estuvieron en ese primer local sobre la calle Dr. Miguel Tomás Molina. Luego se dieron cuenta que la gobernación departamental dejaría la casa que ocupaban, la que fue donada por el señor Manuel Varela al Ministerio de Salud. La gobernación pasó a ocupar una casa del dr. Antonio Domínguez, donde fue construido el edificio Argoz.

Casa de la Cultura (Foto del FB de la Casa)
   El Comité de Apoyo y Monterrosa aprovecharon una visita que hizo a la ciudad el Presidente Arturo Armando Molina para plantearle la necesidad de un nuevo local para la Casa de la Cultura y el mandatario fue a ver la que donó Varela. Tres meses después les comunicaron que podían trasladarse a ese inmueble, el que Salud dió a Educación inicialmente en comodato.
  En esa gestión contaron con el respaldo del entonces gobernador departamental Jesús Villacorta, su secretario Féliz Argueta, el profesor Alfredo Argueta y otras personas. Realizaron una campaña para obtener fondos destinados a reparar y pintar el inmueble. Más adelante el director de Cultura, Roberto Galicia, trabajó para definir la propiedad la que pasó a ser parte de Concultura.
   Estableciendo el origen de ese local vale recordar que el 9 de febrero de 1957 Manuel de Jesús Varela había legado el inmueble al hospital Santa Teresa, para ello el notario, Cayetano Salegio elaboró un documento en el que decía que el benefactor donaba la casa “con su respectivo solar urbano y los muebles que en ella existían, a puerta cerrada… para que se venda y con su producto se haga un pabellón de tuberculosos en dicho hospital”.
  El Hospital Santa Teresa en la época en que Varela donó la casa ocupaba su edificio en el cantón El Espino, luego se construyó una nueva edificación al norte del barrio El Calvario que fue inaugurada en 1972.
  Nunca se cumplió con la voluntad del donante y para superar esa condición la Asamblea Legislativa en el decreto 44 del 22 de junio del 2,000 omitió la subasta pública y se estableció el valor de un millón cien mil colones ($50,285.71 al cambio de $8.75), según valor emitido, el 31 de julio de 1997, por la Dirección General del Presupuesto.
  La venta la hizo Salud a la Asociación de Viroleños Residentes en San Salvador (Asovires), entidad que posteriormente donó la casa a Concultura y así quedó resuelta la legalización de su uso por parte de la Casa de la Cultura.
  En 1977 los directores fueron convocados por Carlos De Sola a una reunión en el Círculo Estudiantil, en San Salvador, coincidentemente ese día el funcionario cumplía años y Roberto le regaló un cuadro pintado por él, que es otra de las pasiones de su vida, además del dibujo.
  En ese encuentro les indicaron la necesidad de formar comités de apoyo, idea que Montoya traía de México, donde había observado cómo funcionaban. En Zacatecoluca ya existía y solo hubo que confirmar su nombre: Comité de Apoyo. En esa tarea se incorporó Antonio Alfredo Herrera, que durante muchos años se convirtió en uno de los pilares fundamentales para el funcionamiento de la Casa de la Cultura.

Foto de Crónica Viroleña de 1990.
   1977 fue el año en que se instauró el certamen de Juegos Florales, que ya habían desaparecido después que por varios años los celebró la Alcaldía Municipal. Esos primeros juegos de la Casa de la Cultura  fueron ganados por los escritores Joaquín Meza y Roberto Quezada.
  Los siguientes años en los Juegos Florales de Zacatecoluca participaron y ganaron premios los más prestigiosos escritores del país, así como sus jurados los integraron prominentes intelectuales.
  De esas personalidades están Mario Noel Rodríguez, Otoniel Guevara, Jorge Vargas Méndez, Miguel Ángel Chinchilla, Juan Carlos Cárcamo, Agustín Martínez, Roberto Cea, Reyes Gilberto Arévalo y muchos más.
  De lo que Monterrosa siente orgullo de referir como una gran obra es haber creado la pinacoteca “Camilo Minero”, que además de presentar obras del maestro también hay cuadros de Miguel Ángel Orellana, Roberto Galicia, Roberto Huezo, Armando Solís, Julio Hernández Alemán y de jóvenes pintores que se formaron en los cursos impartidos en la Casa de la Cultura.
  Los terremotos del 2001 dejaron el edificio en malas condiciones, resultando difícil que funcionara la Casa por lo que pasó a ocupar un edificio en la calle Dr. Nicolás Peña No. 43, del barrio Candelaria. Volvieron a su local en el 2005 después que se desarrollaron obras de restauración.
  Roberto no contó únicamente con el el respaldo del Comité de Apoyo sino que supo motivar a otras personas para que dieran su aporte a la cultura como lo hicieron el Dr. Carlos Salomón Urbina, el Ing. Manuel Martínez, el caricaturista y pintor Toño Díaz, el abogado Agustín Orellana Liévano, la Lic. Sarita Orellana y tantos otros que sin ellos no habría sido posible estructura semejante obra.
  En el 2013 hubo un movimiento encabezado por el Dr. en Filosofía, Juan Carlos Cárcamo, que representando a Simiente Gestores Culturales propusieron al profesor Monterrosa Miranda para optar al Premio Nacional de Cultura.

Caricatura de Toño Díaz. 1987.
  Destacaron en el maestro: liderazgo de promotor cultural, capacidad de articular con agentes y actores locales, habilidad para realizar la gestión cultural desde una amplia diversidad de géneros.
  El Dr. Cárcamo explicó que “la gestión cultural realizada por José Roberto Monterrosa desde la Casa de la Cultura de Zacatecoluca no fue limitada al ámbito del arte y la cultura en exclusiva, más bien fue capaz de mantener una intensa difusión desde diversas expresiones artísticas entre ellas la pintura,la literatura, el teatro, la música,  las artesanías”.
  Si bien Simiente no consiguió el objetivo, el movimiento sirvió para manifestar la conciencia que hay en la sociedad viroleña acerca del trabajo que por 30 años desarrolló Monterrosa para dar oportunidades a cientos o miles de jóvenes que alcanzaron un espacio para darle rienda suelta a su creatividad.
  También sirvió para expresar el cariño y el aprecio que Roberto se granjeó, en una ciudad que no siendo la suya, lo adoptó para que durante 30 años promoviera actividades que dieron su aporte en la identidad de un pueblo, que tiene a sus hijos no solamente en el terruño delimitado del departamento La Paz, sino dispersos por diversos lugares del mundo.
  Monterrosa incentivó a muchas personas, no solamente de Zacatecoluca, para continuar con el trabajo de promover la cultura en la región que deje más pintores, poetas, bailarines, artesanos y otros artistas que siguieron esa tarea.
  En el 2013 falleció su esposa Zoila Santos de Monterrosa, sus hijos emigraron: Roberto Antonio hacia los Estados Unidos, César Ernesto a San Salvador y Zoraida Beatriz a San Vicente. Roberto también volvió a su terruño, donde sigue escribiendo y dibujando.
  

Comentarios

  1. Interesante recuento biográfico y anécdotico sobre este personaje que hizo en Zacatecoluca mucha labor para favorecer el arte y la cultura. Además aparecen en la historia personas que se vincularon no solo al arte, también a la lucha revolucionaria.

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  2. Muchas gracias Rene por haber traido esas memorias. Roberto Monterrosa es un gran ser humano que siempre a impulsado el arte y la cultura y en ese viaje historico al que nos has llevado pudimos recordar personalidades de esos bellos y hermosos años de nuestra amada Virola. Gracias Rene por tu voluntaria y pasional informativo reporte.

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  3. Julio disfruto de paisanos como vos que al leer los Motetes rememoran nustra generación y las que nos antecedieron, confirmando que nuestros pueblos tienen identidad y una cultura que debemos solidificar. Saludes.

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  4. Intenso escrito don Rene. He quedado maravillado. Cuanta historia junta de este heroico pueblo nuestro. Salud a Roberto Monterrosa, viroleño por decreto de amor.

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    1. Gracias Wilfredo, juntos sigamos rescatando esa linda historia de nuestro Zacatecoluca.

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    2. Gracias Wilfredo, sigamos en esta tarea para solidificar nuestra identidad como pueblo en el mundo.

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  5. Intenso escrito don Rene. He quedado maravillado. Cuanta historia junta de este heroico pueblo nuestro. Salud a Roberto Monterrosa, viroleño por decreto de amor.

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  6. Excelente regalo para muchas generaciones. don Roberto se le felicita por su gran trabajo y herencia para los viroleños.

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