CARLOS LOBATO ORGULLOSO DE SER INDIO VIROLEÑO

Por René Alberto Contreras

  El profesor Carlos Lobato Carballo siempre se manifestó orgulloso de ser indio viroleño, amante de la poesía y de haberse dedicado a la docencia, obra reconocida en Zacatecoluca bautizando con su nombre a un centro educativo.
  El miércoles 12 de diciembre de 1985 publicó, en El Diario de Hoy, un poema en el que describió sus características, su personalidad, su origen, su humildad, su sencillez.
 Decía el maestro en aquel escrito: “Yo, por aquello de la casualidad / mamé leche fresca de la india Sebastiana / Una india nonualca pura sangre /  pues al tocar las puertas del ancho mundo / por cierto un primero de mayo del año once / mi santa progenitora, Clotilde, enfermó, no tan gravemente”.
  “Así fue como la india Sebastiana / una chichigua de lujo / me la trajeron de nodriza del pueblo de Santiago / para que me nutriera de leche legendaria / de aquella irreductible tribu de Anastasio Aquino / y para hacer saber a la raza de bronce / yo soy indio, yo soy Carlos, soy maestro y poeta / para servirle a los hombres de todo el mundo”, así se presentó el profesor en su poema.
  Continuó de esta forma: “y por mis extraños signos de misterio mi padre fue el indio Roque / un indio sabio, altivo y hombre / un selecto prospecto de su raza / de uno noventa centímetros y más de altura / y como por lazos todo se hereda / yo también me suscribo indio / y lo soy, de pura sangre nonualqueña / por la leche de la india Sebastiana / por los glóbulos rojos de mi padre / y los genes soñadores de mi raza”..
  Cerró aquel poema expresando: “Yo, por la tela intransmisible del destino / mamé leche nutricia de la india Sebastiana / una india nonualca pura sangre / una india de Santiago, entera y pura / de pura sangre ¡Que buena suerte! / llevar sangre vigorosa, sangre indiana / sangre pura hasta la muerte”.
  Lobato con este poema supo contarnos sintéticamente parte de su vida, pero sobre todo el orgullo que sentía de ser indio nonualco. Nació el 1 de mayo de 1911 en Zacatecoluca, siendo su madre Clotilde Lobato y su padre Roque Carballo. Se graduó de profesor en la Escuela Normal de Varones en 1938, en San Salvador. Falleció el viernes 26 de marzo de 1999. Tuvo cuatro hermanos Raúl Wenceslao, Hortensia, Dolores y Carmen.

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Carlos Lobato entrega diploma a Berta Cruz (1965 Santa Ana).
  Lobato residió la mayor parte de su vida en Santa Ana, donde fundó en 1945, el Instituto Politécnico de El Salvador junto con su esposa Antonia Morán de Lobato. A fines de la década de los 50 era director de la escuela Normal Superior. De 1962 a 1967 desempeñó el cargo de Subsecretario de Educación, acompañando en aquella tarea al Ministro, Ernesto Revelo Borja, durante el gobierno del Coronel Julio Adalberto Rivera.
  El profesor en su dinámica cultural contribuyó a la formación del Grupo Seis que reunía a intelectuales como la doctora Matilde Elena López, Oswaldo Escobar Velado y otros literatos.
  En la revista Cultura, del Ministerio de Educación, número 54 del trimestre octubre, noviembre y diciembre de 1969 se refieren a Lobato como un “maestro y escritor en prosa y verso” que “desde muy joven dio muestra de su afición por la literatura. Su primer libro aparece en 1938: Canoas del estero. Poco después Vitrinas del río”.
  “Todavía se presenta como un joven con mucho de romántico, pero cuya expresión es completamente moderna. Más tarde publicó en Guatemala Rebelión de la sangre, 1944, en colaboración con Oswaldo Escobar Velado. Cuando vivió en América del Sur nos regaló Horario de Soledad con prólogo de Juana de Ibarbourou”, mencionó la revista Cultura.
  Citó entre sus obras didácticas: Ortografía graduada, Ensayo sobre el recreo y otro libro de poesía: Trinchera. Además, publicó la novela corta Maizatlán.
  En esa revista publicó el poema: Quiero recordarte José Simeón Cañas, en el que dice: “Señorón de mi pueblo y de mi raza / yo aprendí a pronunciar tu nombre en la escuela / en coros tiernos y dulces voces / con raro temblor de niño / con la emoción del escolar sencillo. / Quiero recordarte señor de mi pueblo / libertador de mi raza / voz de la biblia, quiero recordarte / porque tu eres el aceite de mi rosa encendida / el credo de los pobres / el ángel de los encadenados”.

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Antonia de Lobato entrega diploma a Emilia Lemus (1965).
  José Luis Preza, exalumno del Instituto Politécnico, escribió el 26 de diciembre del 2012 en el diario digital Contrapunto un artículo en el que, en entre sus párrafos dice: “Yo tuve la oportunidad de conocer personalmente a Don Carlos y a su esposa la niña Toñita y sobre todo conocí a ‘Carlitos’, que era una gran paleta de madera con la que nos daba garrotazos en las piernas cuando nos portábamos mal”.
  Preza valoró que aquella pareja de maestros “afrontaban un gran reto cada día de clases, no porque eran ya medio viejitos (pues tenían una gran energía), sino por la lacra de gente que éramos la mayoría de ‘estudiantes’. Don Carlos y Doña Toñita eran personas intelectuales, poetas. A Don Carlos le gustaba recitar poemas y hablar de ellos”.
   En Memorandum de Amor para mi Pueblo, el profesor escribía "Cómo te quiero, pequeña ciudad Virola, y es.../ porque grabaste en mí tu propia canción; / porque tengo el gesto del propio nonualco / y mi palabra es clara y canta como campana ".
   "Cómo te amo, pequeño pueblo prócer, y es... / porque aprendí a quererte sin ventaja, / a quererte como ama la querencia, / el pájaro que añora su nido y su ramaje", siguió escribiendo en el segundo párrafo. El poema completo fue publicado en Casa de Xacate, editada en junio del 2001 por la Casa de la Cultura.
  En su pueblo natal, en 1982,  varios profesores, entre ellos el Lic. Agustín Arturo Orellana Liévano, José Antonio Ramos Piche, Cristina Escoto de Chávez, Rosa Amelia Reyes de Cruz y Miguel Ángel Nóchez González, propusieron la fundación del Complejo Educativo profesor Carlos Lobato.
  Ese centro escolar quedó instalado en el que fuera local del Instituto Nacional José Simeón Cañas, al final de la 12a. Calle Poniente y 6a. Avenida Norte, barrio San Sebastián, Analco, de Zacatecoluca, perpetuando así la memoria de un destacado profesor y poeta.

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15 de Septiembre de 2015 (Tomada de Fb del Complejo).

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