CARRETAS Y CAMIONES CON CAFE DEL CHICHONTEPEC

Por René Alberto Contreras

  La década de los años 50 en Zacatecoluca era común ver el desfile de carretas que durante las noches bajaban del volcán Chichontepec rumbo al beneficio San Antonio para dejar el café cortado durante el día.
  Las carretas se iluminaban con candiles desde que salían de las diferentes fincas hasta que llegaban a la empresa procesadora situada en la entrada de la ciudad sobre la carretera Litoral. Para los años 60 aquel medio de transporte iba siendo sustituido por camiones que tenían mayor capacidad para trasladar los sacos en un solo viaje.
  Los carreteros eran los encargados de conducir esas unidades haladas por bueyes pasando por los barrios El Calvario, El Centro y Los Remedios. Al retornar al volcán permitían que los niños, en su afán de diversión, subieran para ir sentados en la orilla trasera de la carreta.
  El beneficio San Antonio era propiedad de la sociedad formada por los hermanos de origen italiano Mauricio y Antonio Borgonovo.
  El beneficio tuvo su origen a fines del siglo XIX siendo fundado por Manuel y Miguel Rivera Carrillo con el nombre de El Recreo. Estos hermanos eran originarios de Santa Tecla, según refirió en unos apuntes históricos su nieto Raúl Vicente Martínez.

Manuel R. Carrillo fundador de El Recreo
Manuel contrajo matrimonio con la señora Luisa Pereira y procrearon a sus hijas Concha (1900), María Luisa (1902), Angela (1911) y su hijo José Telémaco, que murió a los 16 años de edad.
  Más adelante el beneficio El Recreo pasó a ser propiedad de la señora Laura Pereira, para que finalmente lo compraran los hermanos Borgonovo.
  Mauricio Borgonovo llegó a El Salvador en 1930, su hermano Antonio lo hizo 17 años después. Fue el que asumió la responsabilidad del beneficio viajando todos los días desde su casa en la colonia Escalón hasta la planta.
   Antonio Borgonovo nació en Monza, Italia, el 4 de marzo de 1914, hijo de Antonio Borgonovo y Fermina Meardi. Se casó en El Salvador el 16 de junio de 1952 con la señora María Ivette Ávila Agacio. El 29 de junio de 1972 el gobernador departamental de San Salvador, Armando Calderón Nuila, le otorgó “la calidad de salvadoreño por naturalización”. Falleció el 9 de mayo de 1990 y fue sepultado en la cripta de la iglesia Corazón de María.
  El beneficio de café fue creciendo hasta convertirse en uno de los más importantes del país contando con departamentos de despulpe o tren húmedo, tratamiento de pulpa y aguas mieles, planta purificadora de aguas mieles, secado o tren seco, horno y calderas y departamento de trilla, entre otras unidades.
   Los obreros formaron una seccional sindical cuyo secretario general era Salvador Chamagua, estaban afiliados a la Confederación General de Sindicatos (CGS). Muchos jóvenes que vivían en la periferia fueron ingresando como ayudantes o aprendices y se convirtieron en obreros calificados.
  Borgonovo Hermanos y Compañía vio la factibilidad de crecer, formando nuevas empresas en Zacatecoluca. Fue así como el presidente de la república, Oscar Osorio, el 3 de junio de 1955 firmó un decreto otorgando ventajas “que le daba la Ley de Fomento de Industrias de Transformación, para el incremento de la fábrica de aceites vegetales denominadas Ideal”.

Antonio Borgonovo Meardi (1914-1990)
  Asi nació Industrias Agrícolas Ideal instalándose en terrenos situados al lado oriente del beneficio de Café. Procesaban aceite y manteca vegetal, fabricaban los galones de metal cuyos sobrantes se los regalaban a escolares para que hicieran trabajos manuales como cestas, bolsas y otros objetos que permitían un reciclaje, cuando todavía no se hablaba en el país de estos recursos ecológicos.
   En estas empresas trabajaron entre otros obreros y empleados Cristóbal, Francisco y Guillermo Antonio Arévalo Cañas, Félix Quintanilla, Nazario López, Antonio Osorio, Armando Tenorio, Carlos Alberto Mejía, Mauricio Saravia Martínez, Fito Morales, Fredy Cabezas, Juan López, Jorge Gavidia. En transporte Antonio Molina.
   Carlos Alberto Mejía relató que él entró a trabajar como chequero, es decir el encargado de contar sacos de café uva y café de exportación, en 1959 era pesador y en 1961 llegó al cargo de auxiliar de oficina.
   En ese período el ingeniero Luis Tiraboschi le comunicó que el señor Borgonovo le había pedido que escogiera a un empleado responsable y de confianza para que supervisara la construcción de su residencia que estaba a cargo, y había diseñado, el arquitecto Victor Carbone. La obra se levantó en Avenida Masferrer y pasaje San Carlos, de la colonia Escalón, en San Salvador.Mejía asumió esa responsabilidad.
   Posteriormente volvió a Zacatecoluca y asumió el cargo de jefe de oficina en el beneficio, además de mantener las labores de limpia de café que se estaba haciendo en una casa alquilada para ese fin, contiguo a la escuela de niñas Lucía de Villacorta
  En las plaantas de la empresa hubo diversos accidentes laborales que dejaron a algunas personas mutiladas en sus dedos o como el caso de Antonio Arévalo que al tratar de despejar una máquina, ésta le destruyó totalmente un brazo.
   Pero hubo quienes buscaron el suicidio como Nazario López que se lanzó desde una torreta de unos 25 metros de alto, cayendo sobre el empedrado de la antigua calle a Ichanmichen. No logró el objetivo y al recibir el alta en el hospital Santa Teresa, siguió su rutina laboral en mejores condiciones físicas.
  Las empresas de Borgonovo en Zacatecoluca contaron como gerente al ingeniero italiano Luis Tiraboschi, que nació en Turín, hijo de Rocco Tiraboschi y Pascualina Lotti. Llegó a El Salvador el 11 de agosto de 1948. Se casó con la señora Alicia Rodríguez Díaz, de San Miguel. Tuvieron 3 hijos: René, Sandra e Ingrid.
  El Ministerio del Interior otorgó el 9 de marzo de 1965 al ingeniero Tiraboschi la nacionalidad de salvadoreño por naturalización. Fue un profesional que dió mucho apoyo a instituciones y actividades culturales de Zacatecoluca.
  Otro proyecto que la familia Borgonovo inició en 1963 fue el de montar la Fábrica de Acero, recibieron beneficios de la Ley de Fomento Industrial cuya resolución fue firmada por el entonces presidente de la república, Julio Adalberto Rivera. El representante legal de la empresa era Augusto Cesar Romero.
  En 1967 Acero S.A. enfrentó una huelga de sus trabajadores que comenzó el 6 de abril y llevó a un paro a nivel nacional al unirse en las demandas los sindicatos de la Federación Unitaria Sindical de El Salvador (FUSS) y la Confederación General de Sindicatos (CGS).
  Por lo menos unos 40 mil obreros de diferentes empresas del país se fueron a la que denominaron Gran Huelga General Progresiva, hasta conseguir que la empresa Acero cumpliera con las demandas laborales, finalizando el paro el 28 de abril.

Anuncio de Acero en Asi es mi Pueblo (1994)
  La familia Borgonovo siguió desarrollando empresas en diferentes lugares de El Salvador fue así como crearon en 1976 la Sociedad Siderúrgica Centroamericana del Pacífico, instalando las plantas industriales en un terreno de 56 manzanas entre los kilómetros 110 y 111 de la carretera Litoral en la jurisdicción del puerto de Acajutla.
  Muchos de los obreros de Zacatecoluca fueron llevados a esta nueva empresa. El departamento de Transporte estuvo a cargo de Antonio Molina que se llevó con él a Pedro Doño (cabecina) y Miguel Delgado, entre otros.
  Sin embargo, las empresas fueron cayendo en crisis, especialmente las dedicadas al café y a la fabricación de aceites y manteca Ideal.
  El martes 4 de julio de 1995 La Prensa Gráfica informó que “Las instalaciones del beneficio de café San Antonio, ubicado en Zacatecoluca, han sido cerradas, porque fue embargado por una entidad bancaria desde el principio del mes anterior”.
  “El beneficio, cuyos propietarios eran los socios de la firma Borgonovo Hermanos, pasó a ser del banco Cuscatlán, luego que el juzgado quinto de lo mercantil, falló a favor de los demandantes quienes después de los trámites jurídicos han tomado posesión de las instalaciones”, refirió el matutino.
  En el mismo año 95, también quedó disuelta y liquidada la empresa Industrias Agrícolas Ideal S.A.
  Pero el café del Chichontepec no solamente llegaba al beneficio San Antonio también era procesado en el beneficio Santa Lucía, en el cantón del mismo nombre, el que en los años 60-70 era administrado por Mauricio Méndez. Esta planta era propiedad de la familia Nuñez.

Volcán Chichontepec desde patios Santa Lucía (1992)
  Los Nuñez exportaban directamente el grano, que era llevado al puerto de Acajutla por el motorista Antonio Lara Enamorado.
  Además de los Nuñez cultivaban café las familias Rodríguez, Martínez, Iraheta, Avendaño, Romero Bosque, en fincas a las que habían bautizado con diferentes nombres como San Norberto, 7 de Mayo, La Soledad, El Llorón, El Porvenir, San José Altagracia, Boyacá, La Florida.
  El ritmo acompasado de los cascos de los bueyes dando contra el empedrado o la calle pavimentada, el chirriar de las ruedas de las carretas, el candil de gas kerosene y el carretero azuzando la yunta de animales, eran sonidos característicos de las noches de noviembre a enero que formaban parte de la pujanza cafetalera del volcán en su lado sur.
  Vino el conflicto interno armado en los años 80 y el Chichontepec se volvió una de las bases donde operó el Frente Paracentral Anastasio Aquino, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), aquellos cafetales y los árboles de sombra se convirtieron en campos de batalla que dejaron miles de muertos, aunque la producción, con limitantes, siguió saliendo al mercado.
  Al firmarse los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992, los combatientes fueron desmovilizados, siendo concentrados en los terrenos del que fuera beneficio Santa Lucía, donde las Naciones Unidas procedieron a recibir armamento y legalizar la vida civil de los guerrilleros.
  En esa base de Naciones Unidas estuvo presente Salvador Sánchez Cerén, que como comandante Leonel González, supervisó que se fuera cumpliendo con los pasos de la desmovilización.

Salvador Sánchez Cerén supervisando desmovilización (1992)
 El café ha sido un cultivo que ha marcado la vida de los viroleños desde esos años del siglo XIX en que comenzó a desarrollarse en todo el país.
  El Dr. Darío González, en un documento relativo a los productos enviados a la Exposición Panamericana de Buffalo, Nueva York, Estados Unidos en 1901, al referirse al grano escribió que “los primeros ensayos sobre el cultivo del café fueron hechas por don Manuel López por el año de 1852, siendo los introductores de la semilla los señores Yúdice de Zacatecoluca, quienes las trajeron de La Habana (Cuba)”.
   González fue nombrado por el Ejecutivo como presidente de la comisión organizadora de la exposición. Citó que los primeros cafetales del departamento de La Paz se  comenzaron a cultivar entre 1875 y 1876.
   En el 2015 el esfuerzo de los caficultores viroleños en el volcán Chichontepec sigue adelante, enfrentando ahora otros problemas sociales como el de los grupos delincuenciales.

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